Jean Pierre Grumbach, conocido como Jean-Pierre Melville (París; 20 de octubre de 1917 - ídem; 2 de agosto de 1973), fue un director de cine francés, precursor de la nouvelle vague y considerado un exponente clarísimo del cine polar (cine negro) francés. Sus películas sobre todo las de la década de los 60 acusan una exaltación total de la amistad entre hombres, muchas de estas películas están basadas en historias de gangsters y de personajes que han vivido la Segunda Guerra Mundial, durante la Francia ocupada por el ejército nazi, ya que él mismo fue protagonista activo de la contienda. Por razones políticas se le cerraron las puertas del sindicato de técnicos cinematográficos, de modo que Melville decide crear su propia productora, lo que le permite mayor libertad de movimientos cinematográficamente hablando. Así, decide adaptar Le silence de la mer (1947), obra literaria de Vercors, actuando él solo como productor, guionista, director y montador, como si se tratase de un film amateur. Por eso, los jóvenes críticos de Cahiers du Cinéma consideraron a Jean-Pierre Melville como un autor completo. A continuación realiza más producciones, como Los chicos terribles (Les enfants terribles 1949), que es una pequeña crónica familiar. Tras unos comienzos difíciles, su valor comenzó a ser reconocido por una legión de seguidores, lo que le lleva a realizar una serie de películas, de las cuales, la más notoria es Deux hommes dans Manhattan 1958). En 1955, creó sus propios estudios, los estudios Jenner, en un almacén de la calle Jenner (del distrito XIII), de París. Encima de él, vive entre 1953 y 1967. Pero el 29 de junio de 1967 un incendio lo destruye, mientras rodaba Le Samouraï. Hasta 1961, año en que rueda Leon Morin Prete, Melville definiría su cine como "la búsqueda de un lenguaje". A partir de entonces, empieza a rodearse de actores más conocidos, algunos de ellos auténticas estrellas del cine francés. Sus principales actores fetiches, a partir de esta nueva etapa, fueron Jean Paul Belmondo, Lino Ventura y Alain Delon, siendo este último el más recordado y con el que Melville mantuvo una amistad más estrecha. Otras figuras de las que se rodeó fueron Simone Signoret, Michel Piccoli, Stefania Sandrelli, François Périer, Yves Montand o Gian Maria Volonté. En esta época realiza sus películas más reconocidas: El confidente (Le doulos, 1962), Hasta el último aliento (Le deuxième soufflé, 1965), El silencio de un hombre (Le samouraï, 1967), El ejército de las sombras (L’armeé des ombres, 1969) y El círculo rojo (Le cercle rouge, 1970).