París, 1848. Tras la ruina de su familia, Bette Fisher vive con unos parientes, bajo la protección de su prima, la bella Adeline. Pero, al caer ésta gravemente enferma, la echan de casa y va a parar a un miserable barrio, en el que conoce al harapiento escultor Wenceslas Steinbach, con el que acaba contrayendo matrimonio.