Al final de los años 50, en Châteauroux, Rachel, modesta oficinista, conoce a Philippe, brillante joven proveniente de una familia burguesa. De esta relación breve pero pasional nacerá una niña, Chantal. Philippe se niega a casarse fuera de su clase social. Rachel deberá criar a su hija ella sola. Poco importa, porque para ella Chantal es su mayor alegría, y es por ella que lucha por conseguir que, a falta de ser un padre presente, Philippe le de, al menos, a su hija su apellido. Una batalla que durará más de diez años y que acabará por quebrar las vidas de Rachel y de Chantal.