Keiko acaba de ver morir a su esposo y tiene que valerse por sí misma. Se convierte en patrona del bar Lilac en Tokio. Además de pagar su apartamento, se siente obligada a ayudar económicamente a su hermano, en paro y enfermo de polio. Yuri, una joven señorita de compañía que trabajaba con Keiko, se marcha tras seducir a Minobe, uno de los más ricos clientes de esta última. Sin embargo, Keiko se opone rotundamente a relacionarse con ricos patronos e insultar la memoria de su esposo, a diferencia de numerosas geishas.