En el presente, en España, la mente de Miguel, afectada por una enfermedad cerebral, parece enclaustrada en el pasado, en Argentina, en los años setenta, cuando arriesgó su vida por sus ideales. Está obsesionado con encontrar a una mujer llamada Diana. Mario, su hijo, que ha permanecido alejado de Miguel durante mucho tiempo, se siente ahora obligado a desentrañar el misterio de un nombre que, como una maldición, persigue a su padre.