Enrique Vázquez (José Sacristán) sería un abogado normal y corriente de los muchos que hay en España, sino fuera por su extraña obsesión: la erótica de la publicidad. Y nos referimos a la erótica en el sentido literal. Lo que más placer le da a Enrique en este mundo es un buen anuncio, ya sea en el periódico, en la radio o en la televisión. Su neurosis alcanza grandes proporciones y tiene muy preocupada a su esposa (Ana Belén).