Fushi era originalmente una "pelota" lanzada al suelo. Lo que poseía era la "capacidad de cambiar a la forma de un objeto que recibió estimulación" y la "capacidad de regenerarse incluso después de la muerte". Se transforma de bola a piedra, luego a lobo y luego a niño, pero deambula como un bebé sin saber nada. Las personas que conoce eventualmente le enseñan cómo vivir, y él aprende emociones cálidas y crece imitando a los humanos. Feroz batalla con su enemigo destinado, Knocker, separación de sus seres queridos... Fushi elige su propia forma de vida mientras soporta el dolor y vive poderosamente, representando el viaje eterno de Fushi.