Los propietarios de dos barcos fluviales compiten por el control del transporte de mercancías por el río Mississippi. Bill, uno de ellos, espera la llegada de su hijo Willie (Buster Keaton), que ha estado estudiando en la ciudad, para que le ayude en el negocio. Pero Willie se ha convertido en un petimetre inexperto y, además, se enamora de la hija del rival de su padre, lo que agudiza las tensiones entre los dos propietarios.