El general Ramírez, de la Revolución Mexicana, organiza sus fuerzas para atacar al general Miranda. Ramírez da cuenta de que los indios serían de gran valor como aliados, por lo que decide tomar posesión de una estatuilla de un dios azteca, para asegurarse el apoyo de los indígenas. Sin embargo, la imagen ha sido robada por unos ladrones, y entonces se ofrece a recuperarla, encargándole la misión a Aleluya.